viernes, 18 de septiembre de 2015

LLENA DE POSITIVO TU RELACION



Al dejar de añadir aspectos positivos a la cesta de la relación, ésta se enfría, los miembros se distancian y podemos estar ante el inicio de los conflictos. Así que ponle remedio desde ya y aprende a llenar esa cesta de positivo.
Muchas personas consideran que el amor no necesita pruebas ni demostraciones.
Como vimos en “Cuatro ideas falsas sobre el amor”, en ocasiones creemos que simplemente con el amor es suficiente, como si éste fuera un ente mágico que hiciera funcionar la relación.
Esto es algo muy bonito y profundo, pero el amor necesita ser dado, necesita actos que demuestren que sigue ahí: sin conductas que demuestren que sigues queriendo a tu pareja, que te sigue gustando hacer cosas con ella y por ella y que disfrutas de los momentos juntos, ¿cómo lo va a saber?
Al fin y al cabo, nos queremos cuando estamos felices el uno con el otro, y para ello necesitamos potenciar los aspectos positivos de la relación.

¿Qué hacemos para conseguir más cosas positivas?

Podéis hacer muchas cosas para que esa cesta mencionada antes se llene de positivo y la relación esté en una dinámica adecuada. He aquí algunos ejemplos de refuerzos que van a motivaros:

- Haced cosas juntos.

Parece muy obvio, pero la base para ser felices es hacer cosas que nos agradan, que nos hacen felices.
No hace falta que sean cosas muy complicadas ni que exijan una gran elaboración ni dedicación; pueden ser simplemente actividades cotidianas, como ir a tomar un café a un sitio nuevo, hacer ejercicio juntos, ver una película o una serie que os apetezca, preparar una cena romántica…

-  Escoged un día especial.

Elegid cada uno un día, entre semana, que no coincidan y sin saber el otro qué día será.
Ese día lo dedicaréis a bombardear a la otra persona de cosas positivas: cuantas más, mejor. Hazle el desayuno, cómprale algo que le guste, hazle un masaje, prepárale una cena romántica, planea una actividad que le encante, etc.
El objetivo es hacer todo lo posible para que la otra persona disfrute al máximo de ese día; al final te darás cuenta de que tú también habrás disfrutado.

- Retomad viejos recuerdos.

Es el momento de sacar esas fotos del viaje que hicisteis, el vídeo de vuestra boda, la canción con la que os enamorasteis…
Revivid los momentos que han marcado vuestra relación para acordaros lo felices que podéis ser. El poder de estos recuerdos no tiene precio y os ayudará a reenamoraros.

- Fíjate en lo que hace por ti.

Es muy importante para la pareja que os deis cuenta de lo que hace el otro por ti y por la relación. Si te cuesta, un día proponte como objetivo estar al tanto de cada cosa positiva que hace tu pareja.
Si hace falta, hasta lo puedes anotar. A menudo nos olvidamos o no nos fijamos en la mayoría de las cosas, por lo que es esencial que lo veáis.

- Observa y comenta lo bueno.

Fíjate también en lo que te gusta de tu pareja, las cosas buenas que tiene, así como los aspectos positivos de vuestra relación.
Haced una lista completa de todas las cosas que se os ocurran y comentadla entre vosotros. Hay que hacerlo siempre de forma positiva, comunicando correctamente lo agradable del otro, sin ironías ni reproches. Éstas son algunas de las muchas cosas que podéis hacer para que vuestra relación esté siempre llena de aspectos positivos.
Recuerda que lo que os hace felices estando juntos es lo que mantiene la relación y por lo que estáis el uno con el otro.
En definitiva, si os queréis, demostradlo.

EL ESPACIO PERSONAL EN LAS RELACIONES DE PAREJA


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Este comportamiento puede entenderse si uno presta atención a su historial de pareja.
Es probable que haya tenido una o varias historias amorosas que le hayan dejado tocado/a, y a partir de ahí puede llegar a la conclusión de que lo mejor es atar en corto al otro para que no le vuelva a pasar lo que le ocurrió
Qué malo es a veces el remember que no permite empezar de cero.
Otras veces el mecanismo activador de los celos y de la necesidad de control es la mala información: los mitos, de los que ya te hemos hablado en el artículo "Deshazte de las mentiras sobre el amor". 
Observa si te dices a menudo frases como “todas las mujeres son…” o “a todos los hombres…”. La generalización -medir a todo el mundo por el mismo patrón- contribuye a activar los celosy la posesividad.
En ocasiones lo que genera la desconfianza es la propia dinámica de la pareja, la sensación de falta de compromiso y el miedo a perder al otro.
No obstante, amigo lector, tal y como tu agudo sentido común te habrá dado a entender, pase lo que pase lo único que hará que tu pareja quiera estar a tu lado por mucho tiempo será, entre otras variables positivas, que pueda sentirse libre.
Libre para poder tener un espacio, más o menos amplio, para sí misma.
En definitiva, es esencial disfrutar de una relación de pareja sin renunciar a ser persona. Ese equilibrio es una de las claves del éxito de las relaciones duraderas.
¿Y qué hay de las personas a las que les gusta ser controladas? Aquellas que piensan que los celos del otro son señal inequívoca de amor. Efectivamente, ciertos hombres y mujeres aseguran que perciben como muestra del compromiso la posesividad de sus parejas.
Juntas, estas parejas juegan un poco (o mucho) al peligroso pasatiempo de la dependencia-sumisión, lo cual puede ser (o no) la antesala del abuso psicológico. En todo caso, lo maduro, la mejor inversión, es la relación equitativa. Aquella en la que ambos se fían el uno del otro, porque se demuestran que son de fiar, y en la que no se juzgan injustamente por lo que cada uno vivió en el pasado.
Así que no dudes en negociar con tu pareja la parcela de libertad que necesitas: debéis entenderla como algo bueno para ambos. 

DESHAZTE DE LAS MENTIRAS SOBRE EL AMOR


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Deshazte de las mentiras sobre el amor

¿Lo tienes? Bien, ahora coge ese papel con tu mano derecha. Arrúgalo lo más que puedas, y luego lánzalo a la papelera más cercana, a ver si encestas. En efecto, has comprendido la metáfora…
¿Vale la pena invertir energía en ello? Sacarás tu propia conclusión al final del artículo.
Lo cierto es que todos tenemos una definición personal sobre ese concepto tan misteriosamente manoseado: el amor.
Podríamos pensar que formas de describirlo hay tantas como personas lo describan.
Pero, según han estudiado los psicólogos sociales, en nuestra cultura hay tendencias marcadas a percibir el amor en función de estereotipos compartidos socialmente, que nos llevan a tener ciertas creencias irracionales sobre cómo deberían ser nuestras relaciones amorosas.
Desde que nacemos hasta que maduramos (¿realmente maduramos en algún momento?) estamos implicados en un proceso de socialización constante, mediante el que vamos interiorizando ideas abstractas sobre el amor que acabamos adoptando como si fueran propias y transmitiéndolas de generación en generación.
Clasificamos las conductas amorosas según pertenezcan a la categoría “amor correcto” o “amor incorrecto”, creemos saber lo que es aceptable y lo que no lo es en una relación.

Mitos del amor romántico

El primer paso para deshacerse de estas ideas poco realistas sobre el amor es identificarlas en nosotros mismos.
Rodeados de películas (Disney ha hecho mucho daño al amor), novelas, canciones y abuelas que nos las inculcan constantemente, esta tarea se nos hace cuesta arriba.
¿Te ves reflejado en alguno de estos mitos del amor romántico?
1.- Mito de la exclusividad:  “el amor o la atracción sólo puede sentirse por una persona al mismo tiempo, porque si no, no es amor de verdad”.
2.- Mito de la omnipotencia:  “el amor lo puede todo, si dos se quieren serán capaces de superar todos los obstáculos externos”.
3.- Mito de los celos:  “los celos son signo de amor verdadero, si no se pone celosa es porque no le importo”.
4.- Mito de la fidelidad:  “si la amo verdaderamente, todos mis deseos y fantasías sexuales deben tener sólo a mi pareja como protagonista (y viceversa)”.
5.- Mito de la equivalencia:  “el amor (confianza, intimidad, compromiso, complicidad) y el enamoramiento (chispa, ilusión, pasión, mariposas en el estómago) son sinónimos. Si uno deja de estar apasionadamente enamorado, es que ya no ama a su pareja y es mejor abandonar la relación”.
Posiblemente estás pensando que puedes defender la veracidad de algunos de estos “supuestos” mitos que dicen los psicólogos.
Desde luego, la socialización de la que hablábamos nos ha dado argumentos suficientes, que sentimos nuestros. Pero aun así nos cuesta, a menudo, adherirnos a estas normas implícitas…

SEIS PASOS PARA CONTROLAR EL ENFADO CON TU PAREJA


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te enfadas habitualmente con tu pareja, quizá pienses que siempre es culpa suya, que está en tu contra.
Sin embargo, debes tener en cuenta otras posibles razones: puede que veas como una amenaza prácticamente todo lo que te dice.

Técnicas y consejos para manejar el enfado

Entonces, ¿cómo puedes controlar tu enfado hacia tu pareja? Echa un vistazo a los siguientes consejos y técnicas que puedes utilizar para manejarlo: 

1.- Primero, conócete a ti mismo

Date cuenta de tus señales que indican que estás comenzando a enfadarte, ya sean calores o respiraciones fuertes, pensamientos como “ya empezamos…” o “¿cómo se atreve…?”, y conductas típicas como alzar la voz o gestos bruscos y amenazantes.
Reconoce estas señales, pues son el punto de partida de tu enfado.

2.- Sé consciente de cuando te enfadas

Del mismo modo, sé consciente de esas situaciones en las que tienes más facilidad para enfadarte, como al esperar mucho tiempo a tu pareja cuando habéis quedado, estando en el coche parados en un atasco, ciertos temas de conversación que son de por sí conflictivos (la educación de los hijos, por ejemplo), etc.
Es vital que conozcas tus propios contextos en los que puede ser más fácil que te enfades.

3.- Bloquea tu respuesta de enfado desde ya

Si ya eres consciente de tus señales y tus situaciones, has dado un gran paso. Ahora no permitas que vaya a más.
Si hace falta, sal de donde estés y distráete con música, una película o cualquier otra cosa.
Si, por ejemplo, has tenido un mal día, no hables con tu pareja de temas conflictivos: déjalo para otro momento. Detén tu enfado en este momento, que no avance. 

4.- Utiliza la relajación

Respira profundamente, destensa los músculos, céntrate en tu respiración y piensa en cualquier cosa que te relaje.
Al principio será muy complicado usar la relajación en estos momentos, pero con la práctica podrás utilizarlo como un mecanismo para mitigar tu enfado.

5.- Trabaja los pensamientos

Las ideas rígidas del tipo “mi pareja debe estar de acuerdo conmigo en todo” o “mi opinión siempre es la mejor” son muy dañinas para la relación y totalmente irreales.
Debes ser flexible a la hora de pensar: podéis tener opiniones contrarias y ése no tiene por qué ser un motivo de discusión.

6.- Aprende otras formas de mostrar tu descontento

Se pueden hacer críticas sin descalificar ni dando toques de ironía, entendiendo al otro, diciendo sin atacar lo que deseas de tu pareja.
recibe tus propias críticas sin generalizar hacia otros temas ni sintiéndote menospreciado; acepta y entiende la queja, y argumenta tu desacuerdo sin atacar la postura de tu pareja. Es muy complicado controlar el enfado, y más aún si ha sido una respuesta habitual en tu repertorio.
Así que recuerda estos consejos, practícalos y dale un respiro a tu relación.
No olvides que dos no se pelean si uno no quiere.

LA ASERTIVIDAD, CLEVE EN TU RELACION DE PAREJA





Para empezar, desvelemos el concepto: ¿qué es la asertividad?
Se trata de una habilidad social que consiste en expresar nuestras ideas, convicciones y opiniones, de forma adecuada, sin someterse al otro ni atacarle, simplemente defendiendo nuestros derechos. 
Si pensamos en la forma de comunicarse como una línea recta, un extremo sería el estilo agresivo, el que exige que los demás estén de acuerdo con nuestro criterio y el que considera su opinión por encima del resto; en el otro extremo estaría el estilo pasivo, aquel que parece no tener opinión propia y siempre está de acuerdo simplemente por no entrar en conflicto.
En el punto medio estaría la asertividad: la capacidad de poder mostrar tu opinión correctamente y sin ofender.
Es posible que comiences a ver un estilo u otro en ti o en tu pareja. Obviamente, lo ideal sería acercar lo máximo posible vuestro estilo de comunicación al punto central.

Cómo mejorar vuestra asertividad

¿Cómo puedes hacer esto? Veamos varios aspectos a trabajar para mejorar vuestra asertividad: 

Aprende a hacer críticas

Criticar no implica atacar al otro ni menospreciarle. Aprende a decir lo que te gustaría del otro, en primer lugar entendiéndole y mostrando empatía, y luego expresando tu deseo de cambiar cierta conducta, con el fin de que la pareja avance. 

Aprende a recibir críticas

 Entiende el punto de vista de tu pareja y su posible queja, mostrando ese entendimiento y razonando tu posible desacuerdo. No te sientas mal: tenemos todo el derecho a equivocarnos.

Aprende a hacer peticiones

Tienes todo el derecho a pedir ayuda para lo que necesites o a reclamar algo que desees siempre que no implique hacer daño al otro. Todos tenemos necesidades y todas son igual de importantes.

Aprende a decir “no”

A menudo nos sentimos culpables o egoístas cuando rechazamos hacer algo por el otro, pero es tu derecho poder decir que no a algo que no quieras hacer, sin justificar en exceso tu comportamiento. No tenemos la obligación de abarcarlo todo.

Aprende a decir lo positivo

Igual que expresas las críticas, debes expresar las cosas buenas que hace el otro. Hazlo sin sentir que te rebajas por el simple hecho de darle las gracias, y mantén así el buen estado de la pareja.

Aprende a recibir lo positivo

Igualmente, cuando te hagan un cumplido, no pienses que lo hace con un doble sentido o con ironía. Es muy importante que valores el agradecimientoque te muestra tu pareja.

La asertividad envuelve algo muy importante que todos tendríamos que tener en cuenta: la defensa de nuestros derechos.
No olvides que todos los tenemos por igual, así que defiende tu opinión y tu punto de vista, y siempre entendiendo que tu pareja tiene igualmente el suyo.
Ser asertivo no es sólo defender tus derechos; también significa comprender que el otro también los tiene.

CUATRO IDEAS FALSAS SOBRE EL AMOR


Aunque no lo creas, el amor, como casi todas las cosas en esta vida, se aprende. Y, en ocasiones, aprendemos de forma incorrecta.
Como afecta a todas las personas, al tratarse de uno de los sentimientos más potentes y universales que existen, cada uno le otorga unas características propias y unas ideas que, en muchas ocasiones, no son del todo ciertas.
Algunas de estas creencias sobre el amor, si se vuelven extremas, pueden llegar a dañar a la pareja. Descubramos de qué se tratan.

Cuatro ideas falsas sobre el amor

 En dicho artículo nombré la pasión, la intimidad y el compromiso como tres componentes fundamentales en cualquier relación. 

Las cuatro principales ideas erróneas sobre el amor

1.- El amor es la base sobre la que se sustenta la pareja.
Como si el simple concepto de amor, en muchas ocasiones idealizado y difícilmente descifrable, fuese la clave.
Lo que define a una buena relación es, además de los tres componentes mencionados antes, una buena comunicaciónun buen sistema de refuerzos entre ambos, el respeto, la confianza y una buena forma de resolver problemas conjuntamente.
Éstos y otros muchos factores son el verdadero amor.
2.- El amor es espontáneo, inesperado, fortuito, impredecible: no puedes controlar de quién te enamoras.
¿Dónde está escrito eso? La espontaneidad en el amor no es del todo cierta: requiere predisposición por parte de la persona. 
El amor no es algo mágico que sucede sin más, sin que podamos hacer nada por evitarlo.
Cada persona elige de quien se enamora porque, para que en esa relación exista el amor, debe haber todos esos componentes que no surgen misteriosamente, sino que hay que trabajarlos y conseguirlos.
3.- Una idea muy relacionada con esta última es la siguiente: el amor, como aparece sin que podamos controlarlo, también puede desaparecer sin que podamos solucionarlo.
Ésta es una creencia que tiene mucho que ver con la idea de que el amor significa enamoramiento. El enamoramiento no es más que una fase del amor.
Si creemos que esas emociones y sentimientos que se viven al inicio de la relación son los que siempre mandarán en la pareja, estamos muy equivocados.
El amor se va transformando, cambia, y hay que adaptarse a eso: si no, estamos perdidos.
4.- Y la última idea falsa: el amor lo puede todo. Quizá “todo” sea generalizar en exceso.
El amor puede con casi todo, pero no con todo. Básicamente puede con las cosas que decidáis vosotros, según lo que hayáis aprendido a lo largo de toda la relación (y lo aprendido cada uno por su cuenta).
Puede ser que uno de los dos sea capaz de superar una dificultad que el otro no; por eso es tan importante la comunicación y la negociación en los momentos de conflicto en la pareja.
Por tanto, únicamente con el amor no es suficiente.
Si te identificas con alguna de estas ideas, es posible que tu concepto mitificado del amor esté creando algún tipo de conflicto en la pareja.
Quizá sea el momento de reflexionar sobre lo que es realmente el amor y no otorgarle falsas creencias.
Recuerda: el amor no es más que un concepto, la pareja necesita mucho más.